En la actualidad no es extraño ver cómo cada vez más las personas nada más conocerse se preguntan por sus Instagram o redes sociales. ¿Puede ser que el internet esté afectando tan directamente a nuestras vidas que pueda estar cambiando nuestra forma de relacionarnos?
Si queréis saber mi opinión esto sí está pasando, es más, actualmente nuestra vida depende en muchas ocasiones de ese aparato electrónico que llevamos pagado a nuestra mano. Cuando comienzas una relación sentimental, cuando conoces a alguien nuevo, hasta en una entrevista de trabajo pueden hacerte un interrogatorio sobre tus redes sociales. Es por ello que por suerte o por desgracia al final la sociedad nos acaba obligando a crear una carta bonita de presentación mediante fotos o twits para el mundo.
Y cuidado esto puede ser una maldición o una bendición todo depende qué publiques en tu plataforma o quién la esté mirando pues está claro que los valores morales hoy en día son la máxima a seguir, el único y pequeño problema aquí es que cada uno tiene su pequeña variable de ver la vida. Y digo pequeña puesto que por algo que ellos consideren inadecuado arderás en llamas por tu osadía. Por desgracia esto lo aprendí cuando era pequeña, la exposición que tiene los menores sin ser realmente consciente de lo que hacen es otro gran problema, es por eso que la única red que uso es Instagram y decidí hacerlo totalmente privado y dejar acceder solo al círculo más cercano; y aún así apenas publico una foto al año y muy mirada. Es por eso mismo que al hacer un egosurfing no se encuentra nada de mí.
Y es algo importante puesto que la mayoría de gente no piensa realmente lo que cuelga o lo que hacen sin tener en cuenta que ese contenido se quedará allí por siempre. Es algo que he podido leer en los contenidos de Comunicación en la Red, y esas estrategias están muy bien que se tengan para hacerse notar, pero como los fans de Marvel recordarán «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
Aunque al inicio de este año me animé y decidí empezar una cuenta pública profesional con mis trabajos, pese a ello tengo todos mis datos en el anonimato y cuido bastante todo lo que publico y digo, es por eso mismo que solo tengo unos dibujos. Y pese a que firmes los trabajos siempre tienes ese voz detrás del oído que te repite ¿y si te copian?.
Es algo que deberíamos de considerar bastante, lo expuestos que estamos los artistas y las pocas seguridad se nos da. Todos hemos podido ver mil veces como grandes marcas plagiaban a artistas pequeños y casi siempre salían de rositas. Porque lo que no entienden es que no es una imagen de tu día, tu pareja o algo que quieres compartir con el mundo, que es para lo que lo utilizan muchas personas, es tu trabajo y tu esfuerzo. Pero sin miramientos no se te valorará, o puede que sí, que te admiren y te sigan, pero no recibirás una ganancia a cambio.
Las redes sociales deberían de ser una herramienta para mejorar, pero en cambio siento que las estamos utilizando para un mal propósito. Las personas se juzgan entre ellas, mientras se vuelven locos tratando de plasmar su perfecta vida en fotos que no son reales. Y mientras todo pasa, se van acostumbrando más y más a consumir de manera masiva material audiovisual, acostumbrándose a que no deben de pagar por ello, y desprestigiándolo. Y no me avergüenzo de afirmar esto, las redes sociales nos están desprestigiando. Subes dibujos a Instagram para después ver como alguien le hizo una captura a tu trabajo que te costó hacerlo días enteros y se hace una funda tan tranquilo, sin ningún remordimiento. Para que cuando dices que estas estudiando una carrera de diseño te venga alguien y te diga que editar webs y vídeos es muy sencillo y que es «Youtuber»; y me parece perfecto y me encanta que se fomente la cultura libre pero eso no significa que por una costumbre social que se está creando, yo no pueda vivir de lo que trabajo.
La verdad es que me gustaría que la gente reflexionara la actitud que tienen en las redes, ya que deben de ser conscientes de que detrás de las pantallas hay seres humanos por jamás deberíamos de olvidar que todos tienen sentimientos. Todo acto, por muy pequeño que sea, conlleva una consecuencia, en tu mano está que sea buena o mala.